domingo, 20 de abril de 2014

Diario de una restauradora

Querido diario:

Hace 2 años que trabajo en este museo y cada día que paso por delante del Guernica tengo más ganas de saber de él. La grandeza de Picasso está reflejada en este cuadro de una forma extraordinaria. 

Después de estudiar la carrera de Historia del Arte y realizar un master de Conservación y Restauración de Arte Contemporáneo conseguí este trabajo tan esperado desde que con 10 años en la asignatura de Plástica en el colegio nos mandaron dibujar para el día del padre un retrato de nuestro padre con referencias a la época azul de Picasso y a su vez, en el día de la madre un retrato de nuestra madre ambientado en la época rosa de Picasso. El resultado de estos dibujos no fueron ni parecidos a los cuadros del artista (simplemente fueron dibujados y coloreados en azul y rosa respectivamente), pero me encaminaron a este maravilloso mundo del arte.

En una carrera profesional llena de imágenes también son importantes las palabras. En una ocasión, una compañera veterana en el museo me habló de su "cuaderno de experiencias", un diario que reflejaba las impresiones que las obras de arte le transmitían y me explicó la relevancia que había tenido tanto en su vida profesional como en la personal. Por esa misma razón decidí expresar mis pensamientos respecto al arte en este sencillo diario.

Muchas han sido las disputas del lugar donde debería permanecer esta gran obra. Desde el primer día que estuve aquí pude verlo: la obra en sí ya es una disputa social en sí misma, habla de la humanidad y de cómo se destruyó esta. Es una gran contradicción, Picasso buscaba expresar un sentimiento de rechazo a todo lo bélico y ha sido su obra el núcleo de posteriores disputas.

Enfrentamientos como los que había provocado este cuadro fueron una de las causas de mi afán por descubrir cada día más de Picasso. Si los grandes museos de España discutían el lugar donde debería estar, algo quería decir. No hizo falta más de una semana en el museo para que me decidiera a investigar el misterio que acontecía la figura de este pintor.

En primer lugar intenté acercarme cada día más al Guernica, ya que debido a su magnitud, su análisis puede resultar más fácil pero a la vez más complejo a la hora de detallar cada aspecto. Las medidas de seguridad no hacían sencilla la tarea. Otra dificultad que obtuve a la hora de investigar a este autor, es que dicha obra, no había necesitado ninguna restauración hasta ahora y por ello no tenía motivos suficientes para pasarme horas delante de aquellas grandes figuras.

Estos inconvenientes hicieron que mi ansia de búsqueda decayese, pero un inesperado día, buscando en los archivos del museo encontré un video: "Le Mystère Picasso". A lo largo de mis años de carrera había oído hablar de esta película pero nunca llegué a verla. Vi una señal en este encuentro, después de unos meses de abandono hacia el artista, decidí retomar mi investigación.

Nada más llegar a casa me dispuse a ver el video mientras me tomaba un gintonic y me fumaba un cigarro, pues el arte como todas las cosas buenas, con un cigarro en una mano y una copa en la otra, es mejor. 

Poco a poco fueron fluyendo los trazos de Picasso y de pronto, en el minuto 21:37 comenzó a trazar la pintura con la que pude comprender todo. Empecé a temblar, lo que en un primer momento asocié con el gintonic, pero no fue así. La sensación me recordó a lo que sentí cuando el 14 de septiembre del año pasado me encontraba en el recinto del D-CODE y Franz Ferdinand comenzaron a cantar "No You Girl". Me transporté a ese momento, los golpes de batería, las guitarras, los saltos, las voces, los tarareos... eran pequeños trazos de una obra. Lo que Picasso estaba haciendo con aquel toro y aquel torero era una obra de arte sencilla y grandiosa a la vez, como las canciones de estos artistas. El cuadro comenzaban siendo pequeños y simples trazos que iban conformando las figuras del toro y el torero, añadiéndole poco a poco más expresión, dotándolo de color, de euforia en el público, sufrimiento del torero, agresividad en el animal. Y de pronto, era una obra maestra realizada en unos minutos. ¿Cómo era eso posible? ¿Y por qué me recordaba tanto a lo sentido en aquel concierto?




El arte no tiene que ser puramente académico. Como ya se sabe, para pintar como Picasso había que saber dibujar y utilizar las técnicas correctas aunque no pareciese una pintura meditada, pero el trasfondo ha de ser el de un experto como él. Lo mismo ocurre con otros tipos de arte como la música, la moda, las artes escénicas... En cada corriente artística se relacionaban estos campos del arte, conformando un mundo de relaciones donde se influenciaban unos a otros.

Lo entendí, el misterio de Picasso, lo que el primer día de trabajo en el museo me dejó impresionada,  lo que había sido motivo de mi investigación durante meses, lo que me había hecho temblar unos minutos antes...  El fagocitador de todos los tiempos, el cirujano de las pinturas... Se encargaba de representar la idea, la esencia de las cosas... Lo que actualmente intentan captar muchos artistas, incluidos fotógrafos como Annie Leiboivitz. Como ya he dicho, porque todas las corrientes artísticas tienen sentido en cada uno de los campos. Un gran ejemplo de esto es la participación de Picasso en los decorados de los Ballets Rusos de Diagilev en los que participaba también su amiga Coco Chanel.

El simple trazo de Picasso conformaba grandiosas obras. Como decía la madre Teresa de Calcuta:


Con pequeñas cosas hechas bien, puedes hacer grandes cosas. Es en lo que se basa la vida. 
Aunque muchos piensen lo contrario, lo que hacía Picasso no era al azar. Los estudios de Freud fueron una gran influencia en sus últimas pinturas, influencias de otros artistas como Puvis de Chabannes, el Greco, Manolo Hugué, la ayuda de Braque... 

Un artista que supo demostrarle a Apollinaire que no estaba en lo cierto, que su pintura no iba hacia atrás, sino que evolucionaba tomando influencias distintas en cada época. Un artista que con 7 años ya firmaba y fechaba sus obras, no podía quedar al margen del mundo artístico. 

Y por eso causa temblores. Temblor de la emoción. Emoción por el trazo. El trazo de la vida.








martes, 15 de abril de 2014

Carta a los malentendidos

En muchas ocasiones me preguntan por qué descompuse la realidad. Después de mucho meditarlo he llegado a una conclusión: la gente que me rodea es psicópata.

No, no me he vuelto loco. Hay gente que me pregunta constantemente el porqué de mis obras y luego existen grandes genios como Juan Gris, Ambroise Vollard, Braque, María Blanchard que han sabido contemplar mi obra desde sus inicios. No tengo en cuenta a aquellos que, una vez que obtuve mi fama se postraban ante mi. Los que de verdad estimo en estos días es aquellos que me apoyaron desde un principio. 

Apollinaire dijo en una ocasión que desandé el camino que llevaba, pero aun así me convertí en un grande. A estas alturas de mi vida ya puedo reconocer los errores y aciertos que he cometido, y la pintura que he realizado se que me llevaba a algo bueno. En muchas ocasiones Apollinaire y muchos otros críticos podrían haber pensado que me iba de las ramas, fluía entre diversas vanguardias y estilos, pero esto no fue por equivocación. Si anduve o desanduve esa no sería decisión suya. En cada una de mis obras buscaba algo más.

Cada vez que finalizaba una obra y se exponía en algún museo me gustaba ver las reacciones del público. Cada cual más diversa, me permitía observar la perspectiva con la que cada uno veía las cosas. Eso es lo que buscaba yo al pintar un cuadro, es decir, no quería presentar una silueta perfectamente copiada de la realidad. Porque señores míos... ¿Alguien sabe qué es la realidad en sí? Hasta los filósofos como Platón, Aristóteles, Kant... No sabían a ciencia exacta de lo que hablaban. No estoy diciendo que yo lo supiese, claro que no, ¿quién soy yo para decidir una cosa tan grande como esa?

Muy lejos de poder afirmar mi creencia sobre la realidad, porque no es otra cosa si no una creencia propia, intenté plasmarla en mis pinturas. Para que podáis entender lo que pasaba por mi mente al realizar estas obras voy a explicaros una cosa: Cuando juzgan a una persona por ser como es, por realizar un acto poco ético o mal visto... ¿En qué posición estáis vosotros? ¿En el que juzga o en el que apoya a la persona juzgada? Pues bien, yo siempre he estado con los que son juzgados... No es  cuestión de ponerme medallas ni mucho menos, es simplemente como soy. Yo creo en las personas, no en los actos. Creo que una persona puede equivocarse, tener muchas facetas de sí misma hasta encontrarse y ser firme a una postura. Aunque explicado parezca sencillo, hay mucha gente que esto no lo ve así y también lo acepto, pero no entenderán a mi manera las obras que realizo.

Se trata de una tarea muy sencilla la de entenderme, pero los valores que encuentro en el interior de las personas en muchas ocasiones no son lo suficientemente fuertes como para comprender mi postura.

Conversaciones con mis más allegados me han llevado muchas veces a este tema y se jactan de mí. Es comprensible porque mi faceta de galán y seductor ha podido con la imagen que los demás tienen de Pablo Picasso como persona. Si me he enamorado de numerosas mujeres ha sido precisamente por esta razón, cada una de ellas tenían defectos, defectos de los que me pude enamorar porque supe comprender que había detrás de ellos. De estos pensamientos surgió la corriente artística cubista, la representación de la realidad desde distintos puntos de vista tuvo inspiración en lo que veía de las personas. Las diferentes perspectivas de las personas, atribuidas en ocasiones a mi locura, venían de algo mucho más intrínseco, real y a veces difícil de entender.

Se que un verdadero artista no debería desvelar las claves de su obra pero creo que este escrito es muy relevante tanto para comprenderme a mí, a mis obras y a la diversidad de personas. Una corriente poco conocida por su faceta solidaria de la realidad que tiene que ser desvelada en los últimos días de su creador.

Aquí me hallo, en Nôtre-Dame-de-Vie con mi querida Jacqueline, a esperas de la muerte, la cual está cercana después de una larga vida de emoción, vitalidad y cubismo.

Este es mi misterio, el misterio de mi alma. 
Mi único testamento.

Pablo Picasso