viernes, 16 de mayo de 2014

¿El de las cosas derretidas?

Esta tarde mientras me tomaba una caña con mis amigas en una terraza de Madrid hablábamos sobre todo lo que teníamos que hacer este fin de semana:

- Pues yo ahora cuando llegue a casa tengo que hacer una práctica de Dalí y Miró, pero no se muy bien de qué hacerla.- Ah, ¿el de las cosas derretidas, no?


Pero a ver, ¿nos hemos dado cuenta de lo que hemos hecho?

Hemos conseguido que nuestros grandes artistas contemporáneos españoles no tengan la relevancia que deberían tener. No, no es que mis amigas sean más o menos cultas, es algo a lo que hemos ayudado cada uno de nosotros.

No es una cuestión de política, ideología, cultura, tradición... Es un problema del ser humano.
Los pintores no sólo son gente que pintan lo primero que se les viene a la cabeza y ya. Los hay academicistas, los hay surrealistas, manieristas...
Tomemos el ejemplo de Dalí.

"Hay mucha gente que me pide por la calle autógrafos y realmente no saben si soy un cantante, un actor de cine, un loco, escritor... No saben muy bien lo que soy" afirmaba en una entrevista realizada por TVE.

¿Cómo es posible que pase esto? Pienso: "bueno quizá era por la inexistencia de los medios de comunicación que existen ahora". Así que me dedico a buscar el término "Salvador Dalí" en Google Trends (que si alguien sabe hoy en día, es nuestro querido Google. Y me llevo una gran decepción:

Las búsquedas van decayendo poco a poco. La gente poco a poco pierde el interés. La previsión de búsquedas es que seguirán bajando...


Localizamos geográficamente las búsquedas y nos encontramos con otra sorpresa. ¿Dónde está España? Las mayores búsquedas referentes al pintor se dan en Macedonia, y España no se encuentra en el ranking de países que más buscan este término. ¿Será que sabemos demasiado de Dalí? No lo creo. Los hechos son relevantes: Barcelona está atestada de monumentos, obras y edificios suyos; y Madrid por otro lado albergó en el Museo Reina Sofia su colección el año pasado y aun así las búsquedas en Google no son suficientes.

Desde el autorretrato con cuello de Miguel Ángel se pudo observar la autoestima y el carácter que tenía este personaje "A medida que me admiro más, me doy cuenta de que soy una real catástrofe", sin dejar de lado su autoconocimento, referente a las locuras que cometía a ojos del público.


Podemos observar en este vídeo como le explica a la audiencia de TVE su pasión por las moscas. Sí, las moscas. A mí por ejemplo me encantan las patatas, tengo una obsesión con ellas. Pues Dalí adoraba como las moscas se posaban en su boca por rociarse miel y dátil en los labios. Cada loco con su tema.



Pese a sus obsesiones por el sexo, lo putrefacto y el paso del tiempo en la misma entrevista de TVE declaraba su amor incondicional a Gala, su mujer, la cual también explicó Dalí en múltiples ocasiones que fue su salvadora y por ello la pintaba como a la virgen "Me quiero volver a casar con mi propia mujer en los momentos en los que todo el mundo se divorcia". Esta declaración es algo que hoy en día no se escucha fácilmente por ahí.

Su canción favorita era "Tristán e Isolda" de Wagner, con la cual murió en su casa-museo de Figueras. A pesar de sus avances nunca deja atrás la tradición y el gusto por lo bueno. 



Por todo esto, creo que la gente debería pararse a pensar cómo Dalí llegó a pintar "cosas derretidas" y no simplemente jactarse de ello en una sobremesa. Las cosas son así, en una época donde deberíamos saber más y ser más curiosos ya que tenemos mayor acceso a estos datos, los españoles dejamos de lado el gran arte realizado por los nuestros.

¿Por qué a quién no le gustaría tomarse las copas de 10 en 10?